El modelo presidencial del Teleprompter, a pesar de ser una herramienta utilizada en Puerto Rico por políticos de todos los niveles, desde hace poco más de 40 años, y cada vez más común en mensajes de presupuesto y de estado de situación de alcaldes en la Isla, todavía tiene un largo camino que recorrer para su total aceptación. Esto se debe a que algunas personas sienten que este aparato le quita espontaneidad al discurso. Sin embargo, cada vez tiene más popularidad y algunos como el Presidente Barack Obama lo usan en prácticamente cualquier presentación pública.
De acuerdo con Luis Juarbe Chaves, Director Cinematográfico y Presidente de Prompter Experts, empresa que brinda este equipo de apoyo a la lectura, el miedo a usar Teleprompter es totalmente infundado y basado en mitos.
“El teleprompter es precisamente una herramienta, es un apoyo. Existen discursos que son imposibles de memorizar, especialmente si contienen cifras importantes, como en el caso de informes al pueblo, por parte de gobernadores, alcaldes y otros políticos. Aunque cualquier persona lo puede utilizar y leer, tú puedes darte cuenta quién lo domina y quién se nota que está leyendo y parce un robot.
El teleprompter es su versión de cámara lo utilizan todos los días en los noticiarios y programas de TV y nadie cuestiona la capacidad intelectual de los periodistas y presentadores. La gente se da cuenta quién no luce bien. El talento y la preparación se nota, es parte de la proyección del orador, tengo o no teleprompter”.
“Es una buena herramienta, dependiendo de la capacidad del orador para convertirse en una figura de influencia. Donald Trump, por ejemplo, ha sido criticado por que no sabe usar el teleprompter. Tiene que usarse de manera discreta, el truco está en que no se den cuenta que lo estás usando.
Cambiar de cristal, mirar hacia el centro en ciertas ocasiones y cómo lo haces es fundamental para que se proyecte naturalidad y credibilidad. Además, el orador tiene que conocer del tema que está hablando y ensayar. No es magia, requiere trabajo y destreza. Recuerdo cuando se usó por primera vez en la Isla, un alcalde elogió al Gobernador, porque pensó que se había aprendido de memoria el discurso”, explicó Danny Vélez, asesor político y quien se desempeñó como Secretario de Prensa de Rafael Hernández Colón, primer gobernador de Puerto Rico en utilizar un teleprompter en un mensaje a la legislatura.
Por su parte el Dr. Héctor Sepúlveda Rodríguez, Catedrático de la Escuela de Comunicación Pública de la Universidad de Puerto Rico, Recinto de Río Piedras, quien imparte cursos de comunicación política, destacó el papel protagónico del redactor del mensaje, al usar esta tecnología y cómo antes de su utilización no había margen para dudar sobre la capacidad de un político a la hora de expresarse en público.
“Lo que queda por cuestionar es si esta nueva tecnología disfraza la real capacidad o competencia de la oratoria del político moderno, si lo contrastamos con aquellos de antes de la misma, de quienes el dominio de la oratoria y sus características eran las definitorias de su personalidad”.
“Si comparamos la oratoria, con las matemáticas, por ejemplo, una persona utiliza una calculadora para realizar operaciones complejas, para comprobar que realizó correctamente una operación sencilla o para ahorrar tiempo y evitar errores. Eso no significa que no tenga capacidad. Alguien que domine el arte de la oratoria hablará con mayor fluidez que una persona inexperta o a quien le da temor hablar frente a un público. La diferencia es que ese orador inexperto, sin teleprompter, se hubiera visto imposibilitado de dirigirse al público de una manera aceptable y con confianza y ahora es posible, no lucirá como como un orador experimentado, pero puede hacerlo”, añadió Juarbe, quien también es consultor de comunicaciones y coach empresarial.
Asimismo, de acuerdo con Sepúlveda “el teleprompter o apuntador electrónico televisual, fenómeno de los últimos 30 o 40 años, significó un avance en el discurso audiovisual, sobre todo su uso de parte de los políticos para comunicarse en diversas instancias o escenarios de su desempeño social. Y, obviamente, además significó un jalón, una nueva manera de dirigirse a esas masas dispersas en el tiempo y el espacio de una manera que, aunque virtual, resultaba más directa, personal y teatralizada. En fin, no me queda otra que pensar que el teleprompter, aportó la construcción de un nuevo político mediático”.
El auge de esta tecnología representa un reto para los políticos, ya que el uso y dominio de esa herramienta es una de las nuevas habilidades que debe desarrollar ese nuevo político mediático que señala el comunicador y académico. Sin embargo, para Juarbe, la oratoria y el uso de teleprompter son destrezas que se pueden aprender. “Definitivamente, existen técnicas para utilizar adecuadamente esta herramienta, para lucir con más seguridad, conectar mejor con la audiencia y que no se note la lectura. Como toda destreza, para algunos es más sencillo, a algunos les sale natural, mientras que otros necesitan más tiempo y esfuerzo, pero prácticamente cualquier persona con un poco de práctica y el entrenamiento adecuado puede convertirse en un
gran orador y aprovechar al máximo esta herramienta que tenemos disponible”, apuntó, a la vez que añadió que, como parte de los servicios de su empresa, ha capacitado a políticos y empresarios, incluso hasta niños en los mercados de Puerto Rico y México.
Con sus partidarios y sus detractores, el éxito del uso del teleprompter dependerá de cómo lo utilice el orador, y su capacidad para lucir natural y disimular el hecho de que está leyendo.