EL ASESINATO DE UNA INFLUENCER Y EL SENSACIONALISMO MEDIÁTICO

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El reciente asesinato de una influencer mexicana durante una transmisión en vivo ha estremecido a millones de personas dentro y fuera del país. Se trata de un crimen atroz, de esos que dejan sin palabras, y que alimenta una narrativa, lamentablemente compartida por medios internacionales sin reflexión: la de un México sumido únicamente en la violencia. Sin embargo, aunque es urgente denunciar y exigir justicia, también es fundamental evitar generalizaciones que distorsionen la compleja realidad de un país con más de 130 millones de habitantes y una extensión territorial de aproximadamente 758,449 millas cuadradas.

En concreto, El Nuevo Día, uno de los periódicos de mayor alcance en Puerto Rico y de una trayectoria de más de 50 años, copiando una nota de un medio argentino publicó que ya se sabía quién había matado a la joven.  Para empezar, el titular es falso, ya que no hay ni siquiera un sospechosos arrestado.  De acuerdo con la propia nota publicada, se está investigando como un homicidio por encargo.  Es la manera en que se investiga, pero no es algo concluyente y mucho menos.  En las redes sociales se dicen mil cosas, desde que era ex de un narcotraficante, hasta que su mejor amiga contrató al asesino.  Existen infinidad de teorías.  Cada quién tiene su opinión, pero aún no hay nada confirmado.  Ojalá que las autoridades hagan su trabajo y se esclarezca este crimen para que los responsables paguen.

El peligro de la generalización

La imagen de México en medios internacionales suele verse empañada por hechos de violencia, lo que contribuye a una percepción negativa que muchas veces se aleja de la experiencia cotidiana de sus habitantes. Esta narrativa puede reforzar estigmas y prejuicios, afectando incluso el turismo, la inversión extranjera y el orgullo nacional.

Creo que es importante aclarar que aunque hay una situación grave de criminalidad en México y de narcotráfico, no es muy diferente a lo que vivimos en Puerto Rico, tomando en cuenta las diferencias en población y tamaño del territorio.  México es un país inmenso.  Un viaje desde la capital hasta Tijuana en el norte, puede tomar en carro (sin parar) más de 30 horas.  Hay ciudades donde se concentra el crimen, mientras que en otras, puedes dejar tu casa o el carro abierto y no pasa nada.  Si comparamos con nuestra Isla, al considerar la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes, podemos observar que la situación en Puerto Rico es relativamente más alta en términos de la proporción de su población.

Generalizar es fácil, pero profundamente injusto. Sería tan erróneo como juzgar a un país entero por los crímenes aislados que ocurren en algunas de sus calles.

Es vergonzoso que un colega medio de comunicación, que ha sido objeto de admiración por muchos, motivado posiblemente por el “rating”, fomente este tipo de mensaje inadecuado.