
El pasaporte de Estados Unidos descendió al décimo lugar en el Índice de Pasaportes de Henley 2025, alcanzando su posición más baja desde la creación de este ranking global. Este índice clasifica los pasaportes según la cantidad de países a los que sus titulares pueden viajar sin necesidad de visa, un reflejo clave de la movilidad internacional que ofrecen.
Actualmente, los ciudadanos estadounidenses pueden acceder sin visa a 182 destinos, mientras que Singapur lidera el ranking con 193 países, seguido por Japón y Corea del Sur con 190. Esta caída en la posición del pasaporte estadounidense se relaciona con las políticas migratorias más restrictivas adoptadas en los últimos años, que han afectado la percepción internacional y la facilidad para los viajes.
Las implicaciones de esta disminución son múltiples. En primer lugar, afecta la libertad de movimiento de los ciudadanos estadounidenses, quienes ahora enfrentan más barreras para viajar sin visa a ciertos países. Esto puede tener repercusiones, tanto en el turismo, como en los negocios internacionales, dificultando la movilidad laboral y las relaciones comerciales.
Además, la posición del pasaporte es también un reflejo de la influencia diplomática y las relaciones internacionales de un país. La caída en el índice podría interpretarse como un síntoma de una política exterior más cerrada o de una menor capacidad de negociación para acuerdos de exención de visas.
Por último, esta tendencia abre espacio para que otros países consoliden su posición global, fortaleciendo sus vínculos internacionales y facilitando la movilidad de sus ciudadanos, lo que puede traducirse en ventajas competitivas en ámbitos como la economía y la diplomacia.