En los últimos meses la Isla ha estado experimentando temperaturas mucho más altas que lo normal, incluso en esta época de verano. Casi a diario, el Servicio Nacional de Meteorología emite advertencias de calor extremo, con temperaturas que exceden muchas veces los 110 °F. Esto puede afectar seriamente la salud, especialmente de niños, adultos mayores, atletas, personas con enfermedades crónicas y quienes trabajan o realizan actividades al aire libre durante largos períodos. Uno de los mayores peligros en estas condiciones climatológicas es el golpe de calor.
¿Qué es?
El golpe de calor es una condición médica grave que puede afectar a personas de todas las edades, especialmente durante los meses de verano o en áreas de clima cálido y húmedo. Esta condición se produce cuando el cuerpo no puede regular adecuadamente su temperatura y se sobrecalienta. Esta condición puede ser potencialmente mortal si no se trata de inmediato. A continuación, exploraremos cómo reconocer sus síntomas y qué medidas tomar para prevenirlo y/o tratarlo.
Síntomas del golpe de calor:
Los síntomas pueden variar, pero aquí hay algunos de los más comunes:
- Temperatura corporal alta (generalmente superior a 40 °C/104 °F)
- Piel enrojecida, caliente y seca (sin sudoración)
- Pulso rápido y fuerte
- Dolor de cabeza intenso
- Mareos o desmayos
- Náuseas o vómitos
- Confusión o comportamiento irritado
- Fatiga extrema o debilidad muscular
- Convulsiones
Cómo prevenir el golpe de calor:
Mantente hidratado: bebe mucha agua durante todo el día, incluso si no tienes sed. Evita las bebidas alcohólicas o con cafeína, ya que pueden aumentar la deshidratación.
Viste ropa adecuada: opta por ropa ligera, holgada y de colores claros. Usa un sombrero de ala ancha y gafas para protegerte del sol.
Evita la exposición directa al sol: si es posible, busca sombra o permanece en lugares con aire acondicionado durante las horas más calurosas del día, generalmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m.
Limita la actividad física intensa: reduce o evita realizar actividades extenuantes durante los días de mucho calor. Si debes hacer ejercicio, elige las primeras horas de la mañana o las últimas de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas.
Refréscate regularmente: toma duchas o baños frescos, utiliza paños húmedos en el cuello o la frente, o utiliza ventiladores para ayudar a disminuir la temperatura corporal.
Presta atención a los grupos de riesgo: si tienes niños, personas mayores o individuos con condiciones médicas crónicas a tu cargo, asegúrate de que estén adecuadamente protegidos y sigan las medidas preventivas.
Cuándo buscar ayuda médica:
Si sospechas que tú o alguien que conoces está experimentando un golpe de calor, es importante actuar de inmediato. Llama a los servicios de emergencia y busca atención médica. Mientras esperas la ayuda, intenta enfriar el cuerpo de la persona afectada aplicando compresas frías, ventilando el área y ofreciéndole líquidos frescos (si está consciente y puede beber).
El golpe de calor es una afección seria y potencialmente mortal. No debemos subestimar sus riesgos, especialmente durante los meses de calor intenso. Siguiendo las medidas preventivas y estando alerta a los síntomas, podemos protegernos a nosotros mismos y a nuestros seres queridos de esta peligrosa condición.
Recuerda que la seguridad y el bienestar están en nuestras manos. ¡Mantente fresco, hidratado y saludable!