
SAN JUAN – La capital puertorriqueña ha dado un paso significativo para posicionarse como un destino global de primer nivel, albergando por primera vez en su historia una exhibición de un monoplaza de Fórmula 1. El evento, protagonizado por un coche Mercedes-AMG Petronas y el piloto mexicano Esteban Gutiérrez, marcó un hito en la isla.
La exhibición fue el resultado de una colaboración estratégica entre adidas Originals, Bad Bunny y la escudería de Fórmula 1, coincidiendo con la serie de conciertos “No Me Quiero Ir de Aquí” de Bad Bunny en el Coliseo de Puerto Rico. Este acceso gratuito permitió a miles de ciudadanos ser testigos de la potencia y la ingeniería de un coche de Fórmula 1 en suelo puertorriqueño.
El alcalde de San Juan, Miguel Romero, destacó la importancia de este tipo de eventos de talla mundial para elevar el perfil de la ciudad en el escenario internacional, comparándola con urbes que habitualmente son sede de actividades ligadas a la Fórmula 1, como Singapur o España. Tras la exhibición pública, el coche fue trasladado al Coliseo para una muestra exclusiva para los asistentes a los conciertos.
En términos económicos, el alcalde Romero proyectó un impacto total cercano a los $377 millones derivado de la residencia de Bad Bunny y eventos asociados, incluyendo esta exhibición. Se estima la creación de más de 3,600 empleos directos, indirectos e inducidos, así como una generación mínima de $36 millones en ingresos fiscales para el estado, provenientes de la venta de entradas, el IVU (impuesto sobre ventas y uso) y la ocupación hotelera. Esta iniciativa es particularmente valiosa al dinamizar el turismo durante los meses de temporada baja, como julio, agosto y septiembre, atrayendo tanto a visitantes como a un considerable interés internacional.